La costumbre es la más infame de las enfermedades porque te hace aceptar cualquier desgracia, cualquier dolor, cualquier muerte.
Por costumbre se vive junto a personas odiosas, se aprende a llevar cadenas, a padecer injusticias y a sufrir. Se resigna uno al dolor, a la soledad, a todo.
La costumbre es el más despiadado de los venenos porque penetra en nosotros, lenta y silenciosamente, y crece poco a poco, nutriéndose de nuestra inconsistencia.
Cuando descubrimos que la tenemos encima, cada una de nuestras fibras esta adaptada, cada gesto se ha condicionado y ya no existe medicina que pueda curarla.
Oriana Fallaci