Las
estrategias de mercadeo interno son múltiples y diversas, dependiendo de la
empresa y de los productos que labora y vende, el ciclo de vida en el que se
encuentre y de su visión organizacional. A
pesar de esta diversidad hay un concepto básico: Las organizaciones deben diseñar programas de
mercadeo interno, así como lo hacen de su mercado externo. Estos programas de
mercadeo interno son un proceso sistemático, formal y permanente para informar
a todos los miembros de la organización sobre
la misión de la empresa, los valores corporativos que la inspiran, los
objetivos que la mueven y los planes y proyectos que desarrolla. Así mismo,
deben informar sobre los productos que ofrecen, los procesos productivos que
emplea, la competencia y en general, acerca de todas las políticas de la
empresa y su evolución. (Serna, H. 1992)
Todo este proceso busca lograr la competitividad interna como
producto del compromiso y pertenencia de cada uno de los miembros de la
organización con base en la información oportuna a los clientes internos. Este
es un proceso de doble vía (arriba - abajo - arriba) que tiene que generar
credibilidad y confiabilidad entre todos los integrantes de la empresa.
Las estrategias de mercadeo interno comprenden la inducción, el
bienestar laboral, comunicación e información, la participación, sistemas de
compensación, evaluación de desempeño y la capacitación. (Serna, H. 1992)